A los wahabistas saudíes les salió el tiro por la culata.-
Hay rebeliones dentro del Reyno.-
Tropas saudíes en la frontera son asesinadas por la población.-
Tribus locales descontentos.
Estas noticias no son divulgadas por la prensa occidental. Las hemos encontrado en el portal "Nueva Perspectiva del Este" y se nos estaban pasando.
Es lógico que estos hechos sucedan en Arabia Saudí. Es un régimen antediluviano; eso es el wahabismo, no hay más que revisar su código y sanciones penales por faltas menores y compararlos con los delitos al nivel de genocidio que cometen sus cabecillas sin ninguna penalidad o la falta absoluta de derechos de la mujer. Todo ello es ocultado por la prensa (¿?) servil del imperialismo y la reacción mundial. Aquí el informe.
-o-
10/04/2015 Autor: Viktor Titov
Agresión de Arabia Saudita contra Yemen ha fracasado
Columna: Política
Región: Medio Oriente
País: Arabia Saudita
Agresión de Arabia Saudita contra Yemen ha fracasado
Columna: Política
Región: Medio Oriente
País: Arabia Saudita
Parece que el viejo refrán: "al trazar el mal para otros, usted se está preparando problemas para sí mismo" no podría ser más precisa. Y así ha sido con Arabia Saudita, quien lanzó la agresión militar contra su vecino el 26 de marzo, después de construir una coalición en mal estado en cuestión de horas fuera con los países del CCG, a la que posteriormente se unió Egipto, Sudán, Jordania y Marruecos. Durante las últimas dos semanas aviones de la coalición han estado constantemente bombardeando Yemen tratando volverla a la Edad de Piedra. Un total de 500 civiles han sido asesinados, de los cuales 70 eran niños. Al mismo tiempo, las fuerzas Houthi no están sufriendo las pérdidas considerables, sin embargo, la infraestructura civil está siendo destruida que puede conducir a una verdadera catástrofe humanitaria. Miles de expertos extranjeros están dejando Yemen a toda prisa en un intento de escapar de los ataques aéreos. Mientras tanto, los huthis, junto con las unidades militares regulares que permanecen leales al ex presidente Ali Abdullah Saleh, continuar su ofensiva en las regiones del sur.
Miembros de la Coalición comenzaron a enfrenta serios desafíos, todos los retos fáciles de predecir debido al hecho de que un porcentaje considerable de la población saudita (hasta 12-15%) son seguidores del Islam chiíta, y la mayor parte de ellos simpatizan con los huthis, ya se defendieron contra la corrupción y la persecución religiosa que se había extendido en Yemen bajo el gobierno sunita pro-occidental. El 5 de abril, un grupo de militantes chiítas locales mató a uno policías e hirió a tres más durante un ataque a una comisaría de policía en la Provincia Oriental. Dos días después, un número de ciudades saudíes vio numerosas manifestaciones que fueron violentamente reprimidas por el ejército, dejando tras de muertos y heridos manifestantes . En respuesta, algunos de los menos restringidos ya han declarado el comienzo de un levantamiento chiíta. Se ha informado de que los enfrentamientos en las ciudades de Al-Qatif Awamiyah y que duraban horas.
En este contexto, es curioso observar que la religión oficial de Arabia Saudita se considera ilegal en varios estados, entre ellos Rusia. Los wahabíes consideran que los chiíes no son verdaderos musulmanes, al igual que los sunitas. Y estas radicales creencias tienen un precio determinado en la actualidad. El 8 de abril, la capital del Reino -Riad-, se convirtió en el escenario de un ataque violento cuando militantes chiítas armados mataron a dos policías. La situación sigue siendo tensa en las zonas fronterizas, así, donde se concentran las tropas saudíes. Como resultado de constantes ataques y bombardeos son asesinados un total de 5-6 militares diaria.
Pero lo que puede ser aún más peligroso para Arabia Saudita son las tribus locales descontentos, que desempeñan un papel fundamental como base de la sociedad saudí. La fuerte caída de los precios del petróleo que se inició originalmente por Arabia Saudita dejó jeques tribales con tres veces menos de "subvenciones" oficiales, que le proporcionan a ellos la familia real. Esto se debe al hecho de que de acuerdo con el sistema existente en el Reino de Arabia Saudita, el petroleo se vende a jeques y líderes de clanes tribales influyentes a los 24 dólares por barril para ellos revender en el mercado internacional a un precio mayor. Últimos precios de verano recogieron a un nivel de 100 dólares por barril, pero ahora apenas superan los 58 dólares por barril. Además, la guerra requiere gastos adicionales por parte de la Tesorería del Estado, que también ha llevado a una reducción en los pagos de las subvenciones concedidas a las tribus. Según informes recientes, los jeques ya han presentado el rey saudí Salman sus demandas, amenazándolo con la desobediencia si no se cumplen. A este ritmo Arabia Saudita puede ser fácilmente fracturada en una serie de áreas tribales, dejando la dinastía Al Saud atrás. Las tribus pueden lanzar un levantamiento y la federalización del Estado saudí. Y entonces no quedará nada en su lugar a excepción de un número de varias entidades muy distintas, como lo fue en el siglo 20.
Entre aquellos que están cansados de los dictados de Riyadh se puede notar Qatar, que ha estado sufriendo bajo la condición de una marioneta de Arabia junto con los Emiratos Árabes Unidos. También está Irak, donde los saudíes están tratando de socavar la mayoría chií en favor de los sunitas. Por supuesto, Siria se ha convertido en el objeto de la intervención saudí que lleva a la actual guerra civil en siria. Egipto también se ha visto envuelta en una relación de amor / odio con Riad. Por último, está Irán - el principal competidor de Arabia Saudita en la región y defensor de los intereses de todos los chiítas en todo el Oriente Medio. Si Teherán interviene en los acontecimientos actuales, el Reino de Arabia Saudita será esencialmente condenado. Hasta ahora los iraníes se han comportado de forma pasiva, al parecer por temor a descarrilar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní que recientemente se ha firmado en Lausana. Y en los EE.UU., al parecer, la actual administración Obama está cansada de la constante presión del lobby de Arabia, por lo que no sería demasiado infeliz para ver un Riyadh debilitado.
Así que al embarcarse en una apuesta militar en Yemen, el rey Salman ahora se corre el riesgo de perderlo todo. Sobre todo porque por fin se ha convertido en un rey en sus 80 años hace más de tres meses. Inmediatamente después de su coronación es que ha comenzado el reacomodo del gobierno, eliminando aquellos que no contribuyen con él en el establecimiento de su autoridad. Ahora tiene dos opciones -lograr una rápida victoria en la guerra contra los huthis, que es imposible sin las operaciones en tierra, o detener esta agresión-. Los próximos días demostrarán cómo van las cosas. Pero como Salman es conocido por su ambición, terquedad, y el optimismo excesivo, hay pocas posibilidades de que el resultado sea nada bueno para Arabia Saudita.
Viktor Titov, Ph.D, es un comentarista político en el Medio Oriente, en exclusiva para la revista en línea "Nueva Perspectiva del Este" .
First appeared:http://journal-neo.org/2015/04/10/rus-vojna-v-jemene-b-et-po-agressoru-saudovskoj-aravii/
Miembros de la Coalición comenzaron a enfrenta serios desafíos, todos los retos fáciles de predecir debido al hecho de que un porcentaje considerable de la población saudita (hasta 12-15%) son seguidores del Islam chiíta, y la mayor parte de ellos simpatizan con los huthis, ya se defendieron contra la corrupción y la persecución religiosa que se había extendido en Yemen bajo el gobierno sunita pro-occidental. El 5 de abril, un grupo de militantes chiítas locales mató a uno policías e hirió a tres más durante un ataque a una comisaría de policía en la Provincia Oriental. Dos días después, un número de ciudades saudíes vio numerosas manifestaciones que fueron violentamente reprimidas por el ejército, dejando tras de muertos y heridos manifestantes . En respuesta, algunos de los menos restringidos ya han declarado el comienzo de un levantamiento chiíta. Se ha informado de que los enfrentamientos en las ciudades de Al-Qatif Awamiyah y que duraban horas.
En este contexto, es curioso observar que la religión oficial de Arabia Saudita se considera ilegal en varios estados, entre ellos Rusia. Los wahabíes consideran que los chiíes no son verdaderos musulmanes, al igual que los sunitas. Y estas radicales creencias tienen un precio determinado en la actualidad. El 8 de abril, la capital del Reino -Riad-, se convirtió en el escenario de un ataque violento cuando militantes chiítas armados mataron a dos policías. La situación sigue siendo tensa en las zonas fronterizas, así, donde se concentran las tropas saudíes. Como resultado de constantes ataques y bombardeos son asesinados un total de 5-6 militares diaria.
Pero lo que puede ser aún más peligroso para Arabia Saudita son las tribus locales descontentos, que desempeñan un papel fundamental como base de la sociedad saudí. La fuerte caída de los precios del petróleo que se inició originalmente por Arabia Saudita dejó jeques tribales con tres veces menos de "subvenciones" oficiales, que le proporcionan a ellos la familia real. Esto se debe al hecho de que de acuerdo con el sistema existente en el Reino de Arabia Saudita, el petroleo se vende a jeques y líderes de clanes tribales influyentes a los 24 dólares por barril para ellos revender en el mercado internacional a un precio mayor. Últimos precios de verano recogieron a un nivel de 100 dólares por barril, pero ahora apenas superan los 58 dólares por barril. Además, la guerra requiere gastos adicionales por parte de la Tesorería del Estado, que también ha llevado a una reducción en los pagos de las subvenciones concedidas a las tribus. Según informes recientes, los jeques ya han presentado el rey saudí Salman sus demandas, amenazándolo con la desobediencia si no se cumplen. A este ritmo Arabia Saudita puede ser fácilmente fracturada en una serie de áreas tribales, dejando la dinastía Al Saud atrás. Las tribus pueden lanzar un levantamiento y la federalización del Estado saudí. Y entonces no quedará nada en su lugar a excepción de un número de varias entidades muy distintas, como lo fue en el siglo 20.
Entre aquellos que están cansados de los dictados de Riyadh se puede notar Qatar, que ha estado sufriendo bajo la condición de una marioneta de Arabia junto con los Emiratos Árabes Unidos. También está Irak, donde los saudíes están tratando de socavar la mayoría chií en favor de los sunitas. Por supuesto, Siria se ha convertido en el objeto de la intervención saudí que lleva a la actual guerra civil en siria. Egipto también se ha visto envuelta en una relación de amor / odio con Riad. Por último, está Irán - el principal competidor de Arabia Saudita en la región y defensor de los intereses de todos los chiítas en todo el Oriente Medio. Si Teherán interviene en los acontecimientos actuales, el Reino de Arabia Saudita será esencialmente condenado. Hasta ahora los iraníes se han comportado de forma pasiva, al parecer por temor a descarrilar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní que recientemente se ha firmado en Lausana. Y en los EE.UU., al parecer, la actual administración Obama está cansada de la constante presión del lobby de Arabia, por lo que no sería demasiado infeliz para ver un Riyadh debilitado.
Así que al embarcarse en una apuesta militar en Yemen, el rey Salman ahora se corre el riesgo de perderlo todo. Sobre todo porque por fin se ha convertido en un rey en sus 80 años hace más de tres meses. Inmediatamente después de su coronación es que ha comenzado el reacomodo del gobierno, eliminando aquellos que no contribuyen con él en el establecimiento de su autoridad. Ahora tiene dos opciones -lograr una rápida victoria en la guerra contra los huthis, que es imposible sin las operaciones en tierra, o detener esta agresión-. Los próximos días demostrarán cómo van las cosas. Pero como Salman es conocido por su ambición, terquedad, y el optimismo excesivo, hay pocas posibilidades de que el resultado sea nada bueno para Arabia Saudita.
Viktor Titov, Ph.D, es un comentarista político en el Medio Oriente, en exclusiva para la revista en línea "Nueva Perspectiva del Este" .
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